En este domingo, cuarto del tiempo ordinario el Señor nos recuerda que en el nacimiento de su Hijo Nuestro Señor Jesucristo se cumple la profecía anunciada desde antes por los Profetas, La Virgen Concebirá y dará a luz a un hijo… y eso justamente es lo que celebramos en la Navidad el cumplimiento de esa profecía, que es el acercamiento de Dios con nosotros, por medio de ese milagroso nacimiento, el Señor cumple su promesa de siempre estar al lado de su pueblo, por ello no podemos sentirnos desconsolados o abandonados sino todo lo contrario amados de Dios y acompañados de Él a lo largo de toda nuestra vida. En la segunda lectura San Pablo nos recuerda de nuestro llamado a llevar la buena noticia de Cristo a todas las personas con que nos encontremos, con quien convivimos en el día a día, en el trabajo, escuela, familia, calle etc., hoy hacen falta mensajeros del Evangelio, nos recuerda el apóstol Pablo que es un deber de todos los creyentes llevar a Dios a quien no lo conoce, acabamos de celebrar la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe; que justamente fue su labor en tierras americanas, traernos a Jesús y su mensaje de amor, hoy nosotros al igual que ella estamos llamados a llevar ese mensaje de amor a todas las personas con quien nos encontremos, no sólo con doctrina sino sobre todo con ejemplo y con gestos que manifiesten nuestro ser de ser cristianos como lo hizo Nuestra Señora de Guadalupe con San Juan Diego.
Rev. José Luis Mejía Lopez
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